Descripción
En relación a la inauguración de la nueva exposición de la serie El Presente de la Arqueología Madrileña, La iglesia visigoda de El Rebollar (El Boalo). Un centro de culto milenario en la sierra madrileña, se presenta el excepcional catálogo con artículos de diversos expertos que analizan el entorno arqueológico de El Rebollar desde varios puntos de vista: su historia, la primera ocupación, su reconstrucción y abandono en el periodo bajomedieval y moderno, y, por último, su recuperación como bien de interés cultural.
Sobre la exposición La iglesia visigoda de El Rebollar (El Boalo)
Desde que en el año 2014 el Musco Arqueológico y Paleontológico inició el proyecto de El presente de la Arqueología Madrileña, han pasado por esta vitrina ciervos pleistocenos, bifaces africanos, cabañas de la Edad del Hierro, ocultaciones romanas o muestras singulares de epigrafía andalusí. Se trata de exposiciones temporales de pequeño formato que nos presentan novedades relevantes de la actividad arqueopaleontológica en nuestra región.
El compromiso del Museo con la investigación, a lo largo de los años, ha cristalizado en distintos niveles de actividad pública. Desde las presentaciones de resultados científicos en foros internacionales y publicaciones de impacto, a estas iniciativas dirigidas a un público más amplio, aproximando al ciudadano al patrimonio más cercano, el de su territorio inmediato, el de sus pueblos y sus barrios. Con esta nueva exposición, de vocación profundamente didáctica, les animamos a detenerse un momento ante una historia que comienza en los albores de la Edad Media, en la sierra de Madrid, y termina, tan solo, hace unas pocas generaciones atrás.
La investigación arqueológica en el yacimiento de El Rebollar, dirigida por Javier Salido Domínguez y Rosario Gómez Osuna, nos ha permitido conocer la evolución a lo largo de más de diez siglos de un edificio religioso fundado en época visigoda, integrando su entorno arqueológico, económico y social. Esta exposición y este libro nos hablan del edificio, pero sobre todo de las gentes que lo construyeron, lo frecuentaron y fueron sepultadas en él. Las dataciones absolutas han fechado con total precisión el primer momento de uso de este espacio, que se sitúa hacia la segunda mitad del siglo VII d. C. Se define así una ocupación que parece relacionarse con otros yacimientos de la sierra madrileña: pequeñas fundaciones religiosas de época visigoda que se reutilizan más tarde, en plena Edad Media, tras un hiato de abandono.
En nuestra sierra se han ido conociendo en los últimos años otros pequeños núcleos con características similares: Valcamino (El Berrueco), San Babilés (Boadilla del Monte) o Remedios (Colmenar Viejo), junto a aldeas como La Cabilda (Hoyo de Manzanares) o Navalvillar y Navalahija (Colmenar Viejo). Todo ello permite perfilar para la Cuenca Alta del Manzanares un escenario de ocupación compleja a partir del siglo VI d. C., con asentamientos jerarquizados en distintas modalidades constructivas y funcionales. La pequeña exposición se completa con otros elementos arqueológicos entre los que destacamos unas piezas sin-gulares, recientemente incorporadas el Museo: cinco dírhams de plata de época emiral (810-818 d.C). Estas extraordinarias monedas, de enorme valor documental, completan nuestro conocimiento de la escasa numismática andalusí de primera época en la región de Madrid, constituyendo además el conjunto localizado más al norte de cuantos fueron acuñados durante el mandato cordobés de al-Hakam I.
Sorprendentemente, el espacio sagrado de El Rebollar permaneció en la memoria de las gentes. Y tras un abandono de cinco siglos, a finales del siglo XIV el edificio es reconstruido y modificado (convertido ya en ermita), recuperándose el culto. Allí serán enterrados, entonces, varios niños de muy corta edad. Las llamadas “frecuentaciones” del yacimiento cierran el ciclo de uso de este espacio y nos aportan un reducido lote de objetos cotidianos (cacharros, utensilios, botones,…), que, a pesar de su sencillez, nos cuentan también pequeñas historias.
En conjunto, más de un milenio del pasado de Madrid, desde el apasionante fin de la Antigüedad hasta el convulso siglo XIX. No podemos dejar de agradecer a los comisarios de la muestra, tanto como a todos los colaboradores en la investigación y en el catálogo, su trabajo y dedicación para que este proyecto saliera adelante. En nombre de todo el equipo del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, les deseamos que, como en anteriores ediciones, nos acompañen y disfruten de esta experiencia.
ELENA CARRIÓN SANTAFÉ (Servicio de Conservación e investigación del MARPA)
Presentación:
La exposición La iglesia visigoda de El Rebollar (El Boalo). Un centro de culto milenario en la sierra madrileña ha permitido dar a conocer a la sociedad el trabajo desarrollado en un yacimiento arqueológico madrileño por parte de un nutrido grupo de investigadores encaminados a conocer la historia de un espacio único de culto de la sierra de Guadarrama.
Las campañas de excavación arqueológica realizadas desde el año 2018 en el yacimiento de El Rebollar en El Boalo (Madrid), financiadas e impulsadas por el Ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino (en adelante BOCEMA), la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid, bajo la dirección de quienes refrendamos estas letras, Javier Salido Domínguez (Departamento de Prehistoria y Arqueología, UAM) y Rosario Gómez Osuna (Equipo A de Arqueología), además de Elvira García Aragón como arqueóloga de la excavación, nos permitió localizar una iglesia rural singular en la Sierra de Guadarrama.
Hasta el momento se han localizado cuatro edificios: la iglesia visigoda y otras tres construcciones parcialmente excavadas y aún en proceso de estudio. El cerrillo de El Rebollar contiene, además, numerosas tumbas que corresponden a sarcófagos de granito y también tumbas de cista, es decir, formadas por una caja de lajas colocadas alrededor de la fosa con una o varias losas coberteras encima. En los trabajos de campo, gabinete y laboratorio se aplica un análisis multidisciplinar, según el cual, profesionales de diferente formación y especialidad aplican su conocimiento para ofrecer una lectura histórico-arqueológica coherente con los datos obtenidos en la excavación. En El Rebollar trabajan, además del equipo de arqueólogos (UAM y Equipo A de Arqueología), el Laboratorio de Poblaciones del Pasado (LAPP-UAM), el Dpto. de Geoquímica y Geología, el Laboratorio de Arqueozoología (LAZ-UAM) y para su restauración y conservación el SECYR-UAM.
Además de estos equipos participan investigadores de otros centros de investigación nacionales e internacionales, así como profesionales independientes. En 2023 la Fundación PALARQ ha financiado un proyecto dirigido por Javier Salido Domínguez (UAM) y Sara Palomo (UCM) destinado a analizar el ADN de cinco individuos. Los resultados se han presentado, además, a la comunidad científica internacional mediante el OPEN LAB Heritage for all realizado en el marco europeo CIVIS de la UAM, dirigido por Javier Salido, galardonado con el premio Ciencia en Español 2023 a la mejor iniciativa de divulgación científica de la Comunidad de Madrid.
A través del catálogo La iglesia visigoda de El Rebollar (El Boalo), nos proponemos ofrecer una lectura histórico-arqueológica de la iglesia que fue construida en época visigoda durante la segunda mitad del siglo VII d. C. El edificio de culto visigodo está constituido por una nave rectangular rematada al este en una cabecera de planta cuadrangular. Los ajuares y el C-14 de muestras de hueso de los enterrados confirman su datación en la segunda mitad del siglo VII, momento álgido de construcción y uso funerario.
Después de un abandono de cinco siglos, se reconstruye la iglesia en época bajomedieval, entre finales del siglo XIV e inicios del XV (Fase 2). En este periodo vuelve a recuperar su función como lugar de culto. En la zona central de la nave y por delante de la cabecera, se procede al enterramiento de nueve bebés, de los cuales dos sujetaban monedas en sus manos. Corresponden a una blanca del reinado de Enrique III y otra de Juan II, acuñada posiblemente entre 1442 y 1454, lo que nos permiten plantear que estos perinatales fueron enterrados a partir de mediados del siglo XV. A lo largo del siglo XVI (Fase 3) se realiza una reforma importante que afecta a los suelos, lo que indica el interés por mantener vivo el culto. Los materiales asociados a los niveles de derrumbe indican que se abandona definitivamente en el siglo XVII.
Esta muestra junto con su catálogo La iglesia visigoda de El Rebollar (El Boalo), contribuyen así a difundir y hacer comprender mejor el paisaje histórico a partir del análisis detenido de las técnicas constructivas de la iglesia, los artefactos (cerámica, numismática, utillaje, etc.) y los ecofactos (fauna, etc.) para aproximarnos a un centro de culto que jugó un papel fundamental en la vida religiosa del territorio tanto en época tardoantigua como bajomedieval y moderna.
JAVIER SALIDO DOMÍNGUEZ y ROSARIO GÓMEZ OSUNA (Departamento de Prehistoria y Arqueología. Universidad Autónoma de Madrid. Equipo A de Arqueología)
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