Descripción
CATÁLOGO EXPOSICIÓN TEMPUS ROMAE, MADRID ENCUENTRO DE CAMINOS
CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN TEMPUS ROMAE, MADRID ENCUENTRO DE CAMINOS. El Catálogo de la exposición Tempus Romae. Madrid, encuentro de caminos, recoge los textos de dicha exposición, junto con las imágenes de las piezas expuestas al público en dicha exposición y su información catalográfica básica. Además, quien lo desee, puede disponer de un extenso libro de carácter científico sobre esta misma muestra que no es sino una puesta al día del tema de Madrid romano, elaborada por expertos en la romanización del centro peninsular.
La exposición ha tratado de dar a conocer de forma amena y rigurosa este importante momento de la historia madrileña. Bajo dominio romano, se inició un complejo proceso de cambio plasmado en transformaciones sociales, económicas y culturales que modificaron no solo el paisaje de las tierras carpetanas, sino también los hábitos y costumbres de sus gentes que, progresivamente, se integraron en las redes del nuevo sistema impuesto por Roma en toda la península ibérica tras el desembarco de Escipión en Ampurias el año 218 a. C.
También ha sido objetivo de esta muestra poner de relieve el enorme progreso en la investigación sobre la etapa romana en el ámbito madrileño producido en los últimos treinta años a partir del momento en que la legislación nacional y autonómica aplicó sus leyes de protección patrimonial a todos los yacimientos de la Comunidad de Madrid, incluyendo actuaciones en ciudades, pueblos e infraestructuras de todo tipo.
La obligación de cumplir las leyes mediante cláusulas obligatorias de prospección o excavación arqueológica ha generado una ingente cantidad de nuevos datos que, progresivamente, se han ido dando a conocer a la comunidad científica. Así lo ponen de manifiesto las noticias recogidas en la publicación Madrid romano. Nuevos puntos de vista (El Nuevo Miliario, 2006) y en las sucesivas Jornadas de Arqueología Madrileña. en las Reuniones de Arqueología Madrileña iniciadas en 2014. En el año 2015 se celebró en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares el Congreso “Vides Monumenta Veterum. Madrid y su entorno en época romana”, cuyas actas reflejan los importantes avances en la investigación producidos en los últimos años.
Esta misma situación se ha sintetizado en algunas otras publicaciones como el reciente volumen n° 5 de la colección “Madrid, una Historia para todos” titulada El poder de Roma publicado por C. Fernández Ochoa y J. Salido en 2016.
El cambio de paradigma como punto de partida
La conquista de las riberas del Mediterráneo por Roma constituye uno de los episodios de mayor trascendencia en la historia del Occidente europeo que cambió para siempre el curso de los acontecimientos. La intención principal de esta exposición sobre Madrid en época romana, como ya se ha indicado, ha sido mostrar al público en general y a los madrileños en particular, el alcance de la etapa histórica en la que los territorios de Madrid pasaron a formar parte del Imperio Romano. Las tierras madrileñas se convirtieron en una encrucijada de tránsito obligado entre las principales ciudades romanas de la Meseta. Por su parte, las fértiles tierras de sus vegas pasaron a ser espacios aptos para una intensa explotación económica regida por villae y asentamientos rurales de diverso tipo.
Durante bastante tiempo, la presencia de Roma en Madrid se ha valorado preferentemente como una romanización periférica, de tintes exclusivamente rurales, alejada de los modelos mediterráneos y, por lo tanto, de escaso interés para la propia Roma.
Los progresos de la investigación arqueológica de los últimos lustros han incrementado de manera significativa nuestra Información sobre la incidencia efectiva de la presencia romana en la transformación de estos territorios. En consecuencia, nos hallamos en condiciones de proponer un cambio de paradigma conceptual resaltando en la exposición aquellos elementos que permiten ofrecer una visión renovada de la acción romana en Madrid.
Se trata de superar viejos conceptos historiográficos amparados en modelos estáticos y unidireccionales de la “romanización” para reconducir el estudio de la romanidad madrileña hacia la normalización de un proceso que se presenta, a través de nuevos yacimientos y del aumento muy notable de testimonios materiales, como un modelo de ocupación y transformación equiparable al que Roma aplicó en otras regiones peninsulares en interacción con las comunidades locales.
Es importante también resaltar que, bajo dominio romano, el territorio madrileño se vertebra por primera vez, estableciendo nexos de comunicación estables con otros centros peninsulares a través de una red viaria de primer orden. A la par, hace su aparición el fenómeno urbano instaurando un doble modelo de civitates, es decir, núcleos urbanos de corte clásico como Complutum y centros comarcales o asentamientos semiurbanos que aprovechan viejos enclaves como Titulcia o Mantua.
A ellos cabe añadir otros lugares importantes fundados en época romana cuyo nombre no aparece en las fuentes escritas.
De no menor trascendencia ha sido mostrar al público el modus operandi que Roma introduce en la región madrileña en cuestiones relativas a la explotación de los recursos naturales. La reorganización del territorio bajo dominio romano trajo como consecuencia el despegue de nuevas formas de ocupación rural (villae y aglomeraciones de menor entidad), así como de nuevas técnicas aplicadas a la economía agropecuaria tradicional que permitieron incrementar la riqueza de las ya fértiles tierras carpetanas. La exposición se ha hecho eco de la importancia de la aplicación de pruebas analíticas que reflejan nuevos modelos de cultivo intensivo (cereales) o la implantación de nuevos cultivos (viñedos, leguminosas y, más escasamente, de olivos).
Bosques, caleras, canteras y salinas completan el panorama de la explotación del territorio madrileño a lo largo de la romanidad.
Muchos testimonios de época romana (inscripciones, esculturas, etc.) recuperados en la Comunidad de Madrid en tiempos recientes nos ilustran sobre la organización social durante esta etapa histórica. La exposición ha querido destacar la conformación de la estructura social y las costumbres de sus gentes expresadas en imágenes y ritos que ponen de manifiesto las nuevas creencias y los cambios detectados en los hábitos de vida cotidianos.
Del mismo modo, el conocimiento cada vez mayor de la cultura material mueble (monedas, cerámicas, bronces, vidrios) nos indican un comercio activo de circulación y consumo de bienes con otras regiones del Imperio Romano ya desde el periodo republicano, un hecho destacable a partir de las más recientes indagaciones arqueológicas de campo.
Estructura y organización general del contenido
El contenido se ha organizado en cinco módulos o áreas expositivas y un epílogo. Las señas de identidad de estos módulos han sido marcadas por diversos elementos museográficos destacados:
1. Una imagen-impacto relacionada con el contenido expositivo, que se transmite a través de un elemento que hemos considerado icónico para la representación del asunto de base que articula cada módulo.
2. Un bandó, que se ha instalado en el acceso a cada módulo, reproduce una frase de los autores clásicos alusiva al contenido del módulo, que muestra la visión de los antiguos sobre la temática en cuestión.
3. Una forma geométrica específica para cada módulo que conforma el diseño de cada espacio expositivo. Este tercer elemento se explica porque hemos querido otorgar una forma simbólica a las áreas que articulan el discurso en virtud de un significante concreto acorde con su temática, como ahora veremos.
Módulo I. Espacio circular. Esta forma geométrica hace referencia a Roma como centro del universo antiguo en el ámbito occidental, como umbilicus mundi. La expansión romana comprende, en su etapa de mayor florecimiento, territorios pertenecientes a tres continentes, incorporando bajo su dominio el sur y oeste de Europa, el oeste de Asia y el norte de África, lo que representa un control territorial muy vasto y una difusión de formas culturales que permiten hablar de
una primera “globalización”.
Módulo II. Espacio triangular. Esta forma geométrica se inspira en el perfil del mapa actual de la Comunidad de Madrid. Los extremos del triángulo apuntan hacia las principales ciudades romanas del entorno (Segovia, Avila, Caesarobriga, Toletum, Segobriga, Caesaraugusta) hacia las que se dirigían los ejes viarios que cruzan el territorio de Madrid.
Módulo III. Espacio cuadrado. La forma de este módulo expresa la idea de los trazados ortogonales propios de las ciudades romanas de fundación ex novo y el propio origen de Roma encarnado en la Roma Quadrata de Rómulo. Se destina a la presentación de los núcleos urbanos del área de Madrid otorgando preeminencia a Complutum, que materializa el ideal de la ciudad clásica en este ámbito territorial.
Módulo IV. Espacio rectangular. La adopción de esta representación geométrica debe ponerse en relación con las cuencas fluviales del territorio madrileño. La comunidad autónoma está atravesada de norte a sur por dos ríos principales: el Guadarrama y el Jarama. De ellos parten afluentes (el Aulencia en el Guadarrama y el Tajuña, Henares y Manzanares en el Jarama) que recorren el espacio geográfico madrileño creando una red de vegas aptas para la explotación agropecuaria, y muy apropiadas para la instalación de complejos campesinos tipo villae. El contenido de este módulo se dedica a los asentamientos rurales y a la explotación de los recursos naturales.
Módulo V. Espacio poligonal. Este ámbito está destinado a representar las distintas facetas de la vida social de la comunidad romana de Madrid durante este periodo. Cada lado representa un aspecto específico de las gentes, las imágenes y los ritos documentados en nuestro territorio.
Epílogo. El fin del recorrido conduce a un pequeño espacio de salida que ilustra los síntomas de cambio y descomposición de las estructuras clásicas en el ámbito madrileño a partir de mediados del siglo V d. C. Será la transición a otra etapa plasmada en actitudes de miedo e inquietud de las gentes ante la inestabilidad de un mundo en transformación. Este espacio se abre al pasillo que abraza la sede de la exposición invitando al visitante a contemplar los hermosos mosaicos y los restos arquitectónicos y epigráficos que complementan la muestra.
4. Escenas y lugares de vida cotidiana. Uno de los elementos museográficos que recorren toda la exposición son las recreaciones ambientales que pretenden ilustrar distintos aspectos de la vida de las gentes que vivieron en tierras matritenses durante la época romana. Las imágenes representadas en estas ambientaciones poseen una gran fuerza expresiva que, sin duda, contribuirá a una mejor comprensión de la romanidad de Madrid. Se trata de ayudar al visitante a realizar una inmersión en la atmósfera real de un tiempo pasado, plasmado en el trazado de rutas, calles porticadas, procesione funerarias, ambientes domésticos, etc., donde se puede percibir sin dificultad la herencia de Roma que aún pervive entre nosotros.
En definitiva, la exposición Tempus Romae. Madrid, encuentro de caminos pretende ser un punto de inflexión en el estudio y difusión del impacto de Roma en la región madrileña. Las trasformaciones derivadas de este intenso proceso de cambio condicionarán las formas de vida y pensamiento de los territorios del centro peninsular gentes madrileñas a lo largo de los siglos subsiguientes.
Directores científicos: Carmen Fernández Ochoa, Mar Zarzalejos Prieto y Javier Salido Domínguez
Información de la exposición en la página web del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid
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