Descripción
Higa, la Mano de la Diosa
La Higa es un amuleto protector originario de la Península Ibérica pero que con el tiempo se difundió por diferentes partes del mundo adoptando diferentes nombres. Es la mano de la diosa anciana, relacionada con la diosa Madre Primigenia , venerada en nuestra península por los primeros iberos e identificada como Ana o Ataegina.
La Higa es también llamada mano negra, mano poderosa, manina, manezuela. cigua, figa, puñera…esconden bajo su apariencia de simple alhaja un mundo de creencias ancestrales. Su forma es la de una mano cerrada, mostrando el pulgar entre los dedos índice y corazón, indicando desprecio y protección ante el mal inminente.
Es un amuleto para ahuyentar el mal de ojo, también se utiliza contra la envidia y los celos y como protección contra las enfermedades. A las higas o figas también se les llama “puñetas”, y pueden ser de diversos materiales, aunque conviene que sea de materia rompible,ya que precisamente su ruptura es lo que indica que su protección ha sido efectiva; ya que cuando el amuleto ha recogido la negatividad destinada a su portador, se rompe. En ese caso hay que enterrarla y sustituirla por otra nueva.
El origen de la higa se puede rastrear hasta Oriente Próximo, ya que en el Antiguo Egipto se utilizaba la representación de la mano, abierta o cerrada, como ahuyentadora de serpientes. En sus orígenes, probablemente en Anatolia, la figura de la higa tenía connotaciones sexuales; de hecho, el signo vendría a ser sobre todo la representación de los órganos sexuales femeninos (el pulgar representa el pene introducido entre los labios vaginales), dándole unas propiedades protectoras contra cualquier tipo de males y desgracias.
Posee un poder idéntico con la mano de Fátima (musulmanes) y la mano de Myiam (judíos) pues tienen el mismo origen. También en Roma se utilizaba la mano, cerrada en forma de higa, pero como la postura de los dedos era variable y podía significar insulto, fue prohibida por la iglesia durante la Edad Media, aunque siguió utilizándose. La higa esta relacionada con las Vírgenes Negras ,cuyos santuarios fueron previamente centros de culto paganos a la Gran Madre por parte de los iberos y celtas que poblaban la península antes de la romanización y posterior cristianismo.
La Higa no tiene nada de maligno, ni se ha podido nunca invertir su poder protector como si ocurre con otros amuletos como el pentaculo esotérico que invertido adquiere energía oscura. La higa antes se rompe o quiebra si el mal es demasiado fuerte, lo cual avisa que hay que sustituirla inmediatamente.
Las higas son empleadas principalmente por niños y mujeres y su fin es proteger del mal de ojo, de los celos y de la envidia, y contrarrestar los hechizos de las brujas. El médico Bendudaris, que vivió en Zaragoza entre los siglos XI y XII escribe que “en España se ponen los azabaches al cuello de los niños para librarles del mal de ojo”. Aún en España y otros países, es tradición regalar a los recién nacidos un colgante de higa generalmente negra, protectora contra las envidias. Observad la higa de azabache que lleva en el hombro el Infante y Principe de Asturias Felipe Prospero hijo de Felipe IV de España y Mariana de Austria , pintado por Diego Velazquez.
EL GESTO DE LA HIGA
Tradicionalmente,cuando una persona que no tenia dinero para el amuleto, se sentía amenazada por cualquier tipo de desgracia o el mal de ojo, se creía que el gesto de la higa con la mano, distraía a los espíritus malignos, y la persona podía salvarse de cualquier circunstancia que pudiera acarrearle daño.
Una parte interesante de los gestos realizados con la mano son los fascinium romanos, que servían de protección contra ‘el mal de ojo’. Entre ellos se encuentra la higa o figa –cerrar el puño con el dedo pulgar entre el índice y el corazón– o la variante de cruzar los dedos corazón e índice; el digitum impudicum –levantar el dedo corazón a modo de miembro viril erecto–; y los cuernos –levantar los dedos meñique e índice con el puño cerrado–. Gestos adoptados por Roma en la romanizacion de Hispania, a través de la cultura Celta- Iberica
Hay dos tipos de expresión gestual de la higa: la Ibera (española) y la Celta (Anglosaxona) .
La española consiste en alargar el brazo cerrando el puño y poniendo el dedo pulgar entre el índice y el corazón de forma que asome fálicamente; en la anglosajona, por el contrario, se cierra todo el puño y se pone tieso el dedo corazón, en señal de burla o de rechazo, como en la española
Hoy en día se mantienen todos ellos, pero en la mayor parte de los casos han perdido su significado mágico y tienen un sentido de insulto, afrenta o se emplean como gestos obscenos.
El gesto conocido como «hacer el gesto del dedo medio», «hacerla señal de pito» o «enseñar el dedo vulgar», o hacer la peineta es una indicación manual ofensiva y obscena, que consiste en dejar rígido el dedo medio mientras se levanta la mano cerrada en un puño. Representa a un pene (el dedo medio) con los testículos (el resto delos dedos del puño). Indica la expresión «jódete», «vete al carajo» o «¡chúpala!».
El pueblo ibérico no ha perdido la devoción por un simbolo que funciona como amuleto protector y alhaja decorativa y que además entronca con nuestros orígenes más primitivos.
Fuente: La Higa, la Mano de la Diosa (El Santuario del Alba)
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