Descripción
Cerámica cardial
La cerámica cardial recibe ese nombre por estar decorada con impresiones del borde dentado y sinuoso de conchas de berberecho, un bivalvo llamado tradicionalmente Cardium (o algún derivado como Dinocardium o Acanthocardia) porque su forma general recuerda a la de un corazón. Aunque se usaron diversas especies, éstas, han sido determinadas casi siempre como Cerastoderma echinatum, o algún otro miembro de la familia: Cardiidae). Dado que los Cardiidae no eran el único motivo decorativo de este tipo de cerámica (pues incluye impresiones de dedos, o digitaciones y ungulaciones, impresiones con un punzón, cordones, etc.), a veces se prefiere la denominación de cerámica impresa.
La cerámica cardial es característica de uno de los primeros estadios del Neolítico de la cuenca mediterránea, durante los milenios sexto y quinto antes de Cristo, abarcando las zonas costeras desde el área de los Balcanes hasta las costas del Levante español. Aunque su influencia llega a alcanzar las costas atlánticas europeas.
Existe cerámica decorada con el borde dentado de un bivalvo también en las costas atlánticas africanas, como por ejemplo en los enormes concheros del Parque Nacional del Banco de Arguin, en Mauritania, o en las islas Chafarinas.
Origen
Es difícil determinar el origen de la cerámica cardial. Los ejemplos más antiguos proceden de Siria y Líbano, en el séptimo milenio, donde existía una antigua tradición de cerámica impresa con conchas de moluscos («cultura de Biblos»). En Europa tenemos antecedentes en la cultura denominada «cultura pre-Sesklo» de la zona de Tesalia (Grecia), donde parecen encontrarse los más antiguos ejemplares de impresiones cardiales del sexto milenio. Sin embargo, si exceptuamos la propia cerámica, esta cultura carece de otros rasgos neolíticos, ya que los restos nos hablan de cazadores, recolectores y pescadores, habitantes de cuevas, con una panoplia típicamente mesolítica, probablemente culturizados por otros pueblos más avanzados, los cuales sí conocerían la agricultura y la ganadería.
Difusión
Se ha inferido que la difusión de la cerámica cardial sólo es posible gracias a las grandes dotes de navegación de sus pueblos, ya que entre los restos bromatológicos aparecen especies propias de mar adentro; y que a través de la navegación se extendieron por gran parte del Mediterráneo. Pero no hay pruebas sólidas, salvo en el sur de Italia, y es más seguro pensar que la difusión cardial se deba a una oleada de novedades técnicas que caló en la población autóctona epipaleolítica antes que a una migración demográfica generalizada.
El caso es que cruzan el Adriático colonizando Apulia (Molfetta es el único lugar donde parece haber existido una auténtica inmigración de gentes balcánicas3) y Sicilia en el sur de Italia, instalando sus zonas de habitación casi siempre en cuevas (aunque hay algunos poblados fortificados con fosos y empalizadas). Gradualmente, la colonización alcanza el centro de Italia (Lacio, Toscana, Liguria) y las islas, como Córcega y Cerdeña, apareciendo las primeras avanzadillas en el sur de Francia.
Alrededor del quinto milenio a d.C. la cultura ya se ha asentado en las costas mediterráneas de España y Francia. Con excepciones, ya que entrecaladas quedan numerosas comarcas de pueblos probablemente autóctonos que resisten más tiempo la aculturación. Hacia el interior, la cerámica cardial penetra por el Ródano y por el Ebro, llegando hasta el Atlántico, al menos en la península ibérica. Sin embargo, las costas andaluzas permanecen ajenas a este fenómeno.
Fuente: Cerámica Cardial (Wikipedia)
Valoraciones
No hay valoraciones aún.