Descripción
Plano de Alcalá de Henares de 1565
La historia de alcalá de Henares a partir del siglo XVI está asociada a un nombre: Cisneros. El Cardenal, también arzobispo de Toledo y regente eventual de Castilla, promovió en 1499 un etraordinario proyecto de complejo universitario renacentista que transformaría una modesta villa medieval en un referente moderno de la cultura y la enseñanza de la época. Así, Alcalá ampliaría la extensión de su espacio intramuros con numerosos colegios a lo largo del Quinientos, atrayendo una población de estudiantes, catedráticos, libreros e impresores que competía con la de Salamanca.
En 1565 el dibujante flamenco Anton van den Wyngaerde captura una instantánea de la villa universitaria que muestra un caserío abigarrado en pleno apogeo urbano, y aunque Alcalá mermaría su población e importancia con la crisis del siglo XVII, la institución creada por Cisneros perduraría en el tiempo para convertirse en el germen de la actual Universidad Complutense.
ALCALÁ DE CISNEROS
La época de esplendor comercial y económico que parece denominador común en los siglos XII, XIII, XIV y XV desaparecerá cuando en 1492 se haga público el Edicto de expulsión de los judíos. Al marchar los judíos de Alcalá desapareció la actividad mercantil, pero lo que sí quedó fue un organizado núcleo urbano que conservaba su estructura física, la cual será empleada por el arzobispo Cisneros para evitar su decadencia, viendo en ella el marco ideal para crear una institución cultural en Alcalá, en la que la nueva actividad sería la universitaria, y donde se formarán con sólidas doctrinas ortodoxas las futuras generaciones de la iglesia cristiana.
La Universidad fundada por Cisneros hace que surja una nueva ciudad, convirtiéndose en foco investigador de primera magnitud. Esta ciudad fue planificada y constituyó una especie de “ensanche” en época tan temprana, del casco medieval, comprendiendo los edificios docentes pero también los residenciales y de equipamientos de tal suerte que esta experiencia novedosa, la primera ciudad universitaria planificada en la historia, tuvo su influencia en la fundación de las primeras ciudades americanas como Santo Domingo y es la razón principal de la inclusión en 1998 de la Universidad y el Recinto Histórico de Alcalá en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. De esta primera implantación conservamos la reproducción del s. XVIII del plano de Ovando de 1564.
Los antecedentes se encuentran en la Escuela General instituida por Sancho IV en el 1293, seguida con la creación de 3 cátedras de Arte en el convento de Menores Franciscanos en 1495; cuando Cisneros coloca la primera piedra de la futura Universidad (marzo, 1500), Alcalá ya cuenta con imprenta.
Cisneros será el que convierta la villa en una ciudad de corte moderno, empedrando calles enteras, trazando la primera red de alcantarillado y diseñando las casas que han de ocupar los estudiantes, profesores y servicios complementarios; convirtiendo a Alcalá en modelo a tener en cuenta, donde se combinan el nivel intelectual con el urbanismo.
Durante su vida fundará 7 colegios menores y su labor continuará aún después de su muerte, edificándose hasta un total de 29 colegios según las normas establecidas en sus testamentos.
La extraordinaria vista de Alcalá de Anton Van den Wyngaerde en 1565 documenta detalladamente la ciudad que dejó Cisneros. Se observan claramente las diversas torres y puertas del recinto amurallado, el Palacio Arzobispal, la Iglesia Magistral, la Universidad y al fondo del paisaje el viejo recinto amurallado árabe sobre los cerros de la margen izquierda del río Henares. Esta ciudad quedará cuantitativamente congelada en el tiempo hasta el s XX.
En torno al mundo universitario funciona una vida con actividades muy variadas. Hay que mencionar las ferias libreras organizadas en la ciudad, así como la importante actividad editorial que se desarrolla desde finales del siglo XV. Aquí podemos mencionar la monumental Biblia Políglota Complutense, primera edición de los textos sagrados en 3 idiomas – griego, latín y hebreo – que constituye un esfuerzo editorial único en su época.
El auge de la ciudad que vió nacer a Miguel de Cervantes, se produce en el Siglo de Oro, cuyos más reconocidos representantes -Lope de Vega, Quevedo, Calderón, Tirso de Molina- son estudiantes en la ciudad así como muchos de los futuros administradores del Nuevo Mundo que se forman en su universidad.
El casco medieval mantiene un trazado extrañamente sencillo entre las tradicionales trazas orgánicas medievales al resultar muy marcado por ejes urbanos de dirección este-oeste como reflejo de su propia posición geográfica de cruce de caminos. En época barroca sufre tanto la inclusión de instituciones del tipo colegio-convento universitario, como la apertura de nuevas plazas con un sentido típicamente barroco que se puede sintetizar en la imagen de Pier María Baldi durante su viaje con el séquito de Cosme de Médicis en 1668. El perfil barroco de Alcalá coronado por los remates de las cúpulas, chapiteles, espadañas y agujas típicas de la arquitectura madrileña de los Austrias, constituye un ejemplo singular dentro de las ciudades históricas españolas.
Fuente: LA EVOLUCIÓN URBANA DE ALCALÁ DE HENARES (PDF)
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