Ungüentario romano de vidrio

36,00 IVA Incluido

Ungüentario romano de vidrio que se utiliazaban para contener líquidos y ungüentos con fines farmaceúticos, o podían formar parte de ofrendas en los rituales funerarios. En época romana su uso más extendido fue como contenedor de perfume. S I d.C.

Tamaño: 3 x 3 x 11,5 cm. (largo x ancho x alto).

Material: vidrio.

Peso: 27 gr.

Sin existencias

Descripción

Ungüentario romano de vidrio

 

Reproducción de ungüentario romano de vidrio

Reproducción mediante la técnica de soplado, de ungüentario tubular de cuello mucho más largo que el depósito, que es ligeramente acampanado y con rehundimientos verticales decorativos. Base plana y boca exvasada con labio engrosado. Lígeros tonos verdosos. Ejemplos similares han aparecido en región Húngara de Pannonia con una cronología que ronda el siglo IV – Vd.C (Tipos I10 – I11 según Kata Devai, AAASH 67, 2016).

El uso principal de los ungüentarios era como contenedores de perfume y esencias. Muchos presentaban dosificador, dado que los perfumes tenían enotnces un precio muy elevado sólo accesible a las clases adineradas. También cumplieron otra función, la de formar parte de los ajuares funerarios, tanto masculinos como femeninos.

El ungüentario es una edición limitada y está elaborado siguiendo protocolos de arqueología experimental en vidrio soplado. Por este motivo, tanto el tamaño como la coloración y el envejecido, pueden variar sensiblemente de tonos traslúcidos a verdes.

Origen del vidrio

Todo parece indicar que las primeras producciones relativas al vidrio se remontan al tercer milenio a.C en Mesopotamia y Egipto bajo al forma de pequeñas cuentas y barritas. Hacia mediados del segundo milenio, y en ambas territorios, se documentan los primeros vasos, recipientes y demás objetos de vidrio obtenidos mediante diferentes técnicas como la cera perdida, el moldeo, los núcleos de arena o el tallado.
En el siglo Ia.C es cuando se desarrolla la técnica del soplado, probablemente en Siria y Egipto, y algo más tarde el soplado sobre molde (S Id.C), técnicas que permitirán producir grandes cantidades de objetos abaratando costes de producción. En poco tiempo, y gracias a las extensas redes comerciales de la época y a la expansión del imperio romano, el vidrio se convertirá en un elemento habitual de la civilización, con todo tipo de usos, desde láminas de vidrio para cerramiento de ventanas (RVP 2001), a menaje de vajilla, recipientes de uso funerario, almacenaje, adorno o piezas de juego. (E. Alonso Cereza UCM 2010).

¿De qué está hecho el vidrio?

El vidrio es un material transparente o translúcido no cristalino, duro y frágil, que se obtiene fundiendo una mezcla de sílice (supone el 75% de la mezcla, por lo que eran muy valoradas las que presentaban menos impurezas), fundente (sustancias que ayudan a disminuir la temperatura de fusión, principalmente la sosa, ya sea de origen mineral o vegetal. El fundente constituye el 20% de la mezcla), y cal en proporción del 5% (la cal aumenta la estabilidad química y mecánica del vidrio). Además se añadían otros elementos secundarios como el calcín (fragmentos de vidrio reutilizado), que aporta homogeneidad al producto final), oxidantes como el antimonio o el magnaneso para decolorar el color producido por las impurezas y colorantes a base de óxidos metálicos (E. Alonso Cereza, RAH 2005,176 y ss)

Fuente: Información de Paleorama

 

Historia del Ungüentario

Se sabe que el uso de aceites perfumados y ungüentos en Roma se remonta a finales del siglo VIII a.C. Está demostrado que ya desde mediados del siglo VII el embotellamiento de ungüentos a través de los alabastrones y los aryballoi de fabricación local. Plinio creía que la introducción del uso de ungüentos en Roma a lo largo del siglo III a.C. Allá por el año 70 a.C. tenemos indicios importantes que hacen pensar a los expertos en un comercio tanto de sustancias aromáticas como de productos de lujo entre Oriente y Roma a través de los puertos de la región de Campaña (curiosamente uno de los centros de producción de vidrio más importantes del mundo romano, como ya hemos comentado en este blog). Frente a la importancia de los productos de centros griegos y egipcios surgen aquellos producidos en el centro de Italia: Nápoles, Capua, Palestrina, Paestum.

El arreglo de las mujeres en el mundo romano se completaba con afeites y perfumes. Esta  práctica se extendió realmente pronto, y no llegó a Roma directamente de Oriente, sino de la misma Italia, concretamente de Campania; desde donde posteriormente emigró al Lacio. Ya a finales del periodo republicano, Capua se consideraba capital de la perfumería. Y en ella, el barrio de Seplasia, principal arteria de la ciudad, estaba reservado casi por completo a este comercio. Increíble, ¿Verdad?.

Existió una estrecha relación entre la fabricación de perfumes y la fabricación de ungüentarios de vidrio que se utilizaban para su envasado. El empleo de la técnica del vidrio soplado para la fabricación de ungüentarios se remonta en torno a la mitad del siglo I a.C., según los restos encontrados en la zona palestina. En occidente el empleo de esta técnica no se empieza a producir hasta el último cuarto del siglo I a.C. Esta fabricación de ungüentarios con la técnica del vidrio soplado logra una gran difusión en periodo de Augusto en el que encontramos una gran diversidad de formas y tipos, hemos de tener en cuenta de igual forma otras tipologías de piezas de vidrio fabricadas con la técnica del soplado al aire. Habría que esperar al periodo tiberiano para encontrarnos con una  verdadera producción a gran escala.

Al lado de esta masiva producción de ungüentarios de vidrio nos encontramos, a principios del siglo I d.C., con una gradual desaparición de la producción de estas piezas en cerámica. La tipología más tardía de balsamario en cerámica corresponde a finales del siglo I d.C. y muy probablemente se tratara de una imitación de un tipo ampliamente difundido en la producción de vidrio.

Antonio Díaz Serrano

Fuente: Sobre ungüentarios romanos I (ROMANI VITRUM – producción de vidrio romano)

Mas información:

Libro: “LUCERNAS, VIDRIOS. ANTIGÜEDADES ROMANAS. Real Academia de la Historia, catálogo del Gabinete de Antigüedades”

Libro: “LA VAJILLA DEL VIDRIO EN EL ÁMBITO SURORIENTAL DE LA HISPANIA ROMANA. Comercio y producción entre los siglos I – VII d.C.” Mª Dolores Sánchez de Prado. Publicacions del la Universitat d´Alacrnt, 2018.

 

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