Smilodon Fatalis (cráneo)

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Smilodon es un género extinto de félidos de dientes de sable de la subfamilia de los macairodontinos. Apareció en América del Norte a finales del Plioceno y se extinguió en América del Sur durante el Gran intercambio americano.​ Tres especies de este género están hoy en día reconocidas: Smilodon gracilis, Smilodon fatalis y Smilodon populator. En comparación con la mayor parte de félidos la característica más distintiva del género son sus enormes caninos, que lo convirtieron desde su descubrimiento en uno de los mamíferos prehistóricos más populares. Esta característica, que Smilodon comparte con algunos otros géneros, ha valido a estos animales el sobrenombre popular de «tigres de dientes de sable».

 

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Descripción

Smilodon

Smilodon es un género extinto de félidos de dientes de sable de la subfamilia de los macairodontinos. Apareció en América del Norte a finales del Plioceno y se extinguió en América del Sur durante el Gran intercambio americano.​ Tres especies de este género están hoy en día reconocidas: Smilodon gracilis, Smilodon fatalis y Smilodon populator. Se estima que los mayores machos de la especie Smilodon populator podrían haber pesado hasta 300 kg, rivalizando de este modo con el tigre moderno por el título de mayor félido de todos los tiempos.​ Pero en comparación con la mayor parte de félidos la característica más distintiva del género son sus enormes caninos, que lo convirtieron desde su descubrimiento en uno de los mamíferos prehistóricos más populares. Esta característica, que Smilodon comparte con algunos otros géneros, ha valido a estos animales el sobrenombre popular de «tigres de dientes de sable», término en realidad inadecuado ya que se trata de especies distintas del tigre actual,​ además de que por un fenómeno de convergencia evolutiva también existieron otros mamíferos carnívoros de dientes de sable que no estaban en absoluto relacionados con los macairodontinos, como por ejemplo el género marsupial Thylacosmilus.

Las especies del género Smilodon se extinguieron con probabilidad a raíz de las extinciones masivas de megafauna que tuvieron lugar a finales del Pleistoceno y la consecuente modificación radical de los ecosistemas que ocasionaron estas extinciones. Se considera hoy en día que la causa más probable de estas extinciones sea la llegada de los humanos a continentes a los que nunca antes habían tenido acceso. Efectivamente, estos fenómenos de extinción masiva de especies de relativamente gran tamaño coinciden casi invariablemente con la aparición de la especie humana en Europa, Asia Septentrional, Oceanía, y las Américas del Norte y del Sur.

Morfología

El cerebro de Smilodon tenía en proporción a su peso un tamaño menor comparado con los grandes felinos actuales; pero a diferencia de estos, tenía un bulbo olfatorio más desarrollado. Esto permite intuir que este macairodontinos tenía un buen sentido del olfato. Un ejemplar adulto pesaba entre 55 y 300 kilogramos, según la especie a la que perteneciera. Tenía un cuello muscular y largos colmillos. Su metatarso y cola relativamente corto, indican que era menos rápido que los grandes felinos actuales. En cambio, sus extremidades eran muy potentes; las anteriores estaban dotadas de potentes músculos flexores y extensores y las posteriores estaban dotadas de poderosos músculos aductores que podrían haber contribuido a mantener la estabilidad mientras luchaba con las grandes presas que cazaba. La gran fuerza de las extremidades anteriores le resultaba especialmente útil si se tiene en cuenta la dificultad que le representaría sostener a sus grandes presas a ras de suelo mientras las sometía.​ Como en la mayoría de felinos, sus garras eran retráctiles. Muchas de estas características hacen que Smilodon se asemejara más al lince rojo que a los grandes félidos como el león y el tigre.

La presencia de dientes de sable en la totalidad de los ejemplares de Smilodon descubiertos indica que los colmillos no formaban parte de ningún tipo de dimorfismo sexual, sino que ambos sexos los poseían. Del mismo modo, las dimensiones corporales entre ambos sexos no variaban mucho, por lo que si en verdad este felino vivió en grupos, su manada bien pudo tener comportamientos similares a la de los actuales cánidos o hienas.

Dientes de sable

Los dientes de sable son exactamente los caninos homólogos de los que están dotados todos los félidos. Es por la forma larga y curvada de estos caninos que se conoce popularmente a las especies del género Smilodon como «tigres de dientes de sable».

Los dientes de sable se suelen asociar con los felinos macairodontinos, pero esta característica ha aparecido en forma independiente (evolución convergente) como mínimo en cuatro tipos diferentes de mamíferos; los macairodontinos, los nimrávidos, los creodontos, y los borhiénidos. Dentro de los grupos mencionados, Smilodon poseía los dientes de sable más largos; en el caso de Smilodon populator llegaban a medir hasta veinte centímetros. Los colmillos tardaban más tiempo en crecer que los caninos normales. Mediante el estudio de las variaciones en los isótopos del oxígeno, presentes en los dientes fósiles hallados en el Rancho La Brea, Los Ángeles, Robert S. Faranec llegó a la conclusión de que S. fatalis tardaba dieciocho meses en desarrollar sus colmillos por completo. El ritmo de crecimiento dental era más rápido que el de los leones actuales; la causa de la demora para desarrollar sus colmillos se debía a que estos tenían que alcanzar una mayor longitud.

Los felinos suelen matar a las presas mordiéndolas en la nuca, fracturándoles la columna cervical. Para hacerlo, los grandes felinos utilizan colmillos especialmente adaptados para romper huesos. En cambio, la finalidad de los dientes de sable no era esta, ya que por su longitud eran relativamente frágiles y susceptibles de romperse si el animal los utilizaba para partir huesos. Es mucho más probable que tuviesen una utilidad letal doble; Smilodon los utilizaría para morder el cuello de las presas, bloqueándoles el flujo respiratorio por la tráquea y cortándoles las principales arterias que irrigan el cerebro. Para que esta operación no supusiera un riesgo para los dientes de sable, el animal debía mantener inmovilizada a la presa.

A pesar que tenía una constitución más fuerte comparado con los otros grandes felinos, la mordedura de Smilodon era más débil. Los grandes felinos actuales tienen agujeros cigomáticos más pronunciados, mientras que en Smilodon eran más pequeños; en tal grado, que limitaban la potencia del músculo temporal, reduciendo la potencia de su mordedura. El análisis de su estrecha mandíbula indica que solamente podía morder con el tercio de la potencia de un león.

Los dientes de sable con los colmillos más largos tenían una mordedura proporcionalmente más débil. Del mismo modo, los análisis de la fuerza de torsión de los caninos (la capacidad de los dientes caninos de resistir fuerzas de torsión sin partirse) indican que los dientes eran más fuertes en relación con la potencia de mordedura que los grandes felinos actuales.10​ Además, Smilodon podía abrir la boca hasta un ángulo de 120º, mientras que el león solamente posee una apertura de 65º.

Fósiles

Se han encontrado restos fósiles de las diferentes especies de Smilodon en Estados Unidos, América Central y Sudamérica. Aunque la inmensa mayoría de fósiles del género hallados en Estados Unidos, se han desenterrado del Rancho La Brea, también se han encontrado restos en Oklahoma y en Nuevo México.​

Rancho la Brea

El Rancho La Brea es una zona de California (Estados Unidos) célebre por los numerosos lagos de asfalto que posee. A lo largo de las últimas decenas de miles de años, se ha filtrado asfalto del suelo, formando cientos de charcas pegajosas en las cuales los animales quedaban atrapados, muriendo finalmente por la imposibilidad de salir. El asfalto también contribuía a la fosilización de los restos de los animales. En este yacimiento se han hallado cerca de 6000 ejemplares de aves, unos 3500 especímenes de mamíferos y gran cantidad de reptiles, anfibios y peces.

Entre muchos otros mamíferos de la edad de hielo, uno de los animales más comunes en el yacimiento es Smilodon, del que se han encontrado numerosos fósiles. Lo más problable es que los felinos se acercaran a las balsas de asfalto atraídos por el olor de los animales muertos, quedando también atrapados. Los fósiles de S. fatalis suman aproximadamente un tercio del total de los fósiles de mamíferos encontrados en La Brea, con ejemplares de todas las edades y en todos las etapas de desarrollo dental.​ También se encontró el único fósil conocido de dientes de sable con la boca cerrada.

Fuente: Smilodon (Wikipedia)

 

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