Descripción
Fíbula celtíbera de torrecilla en bronce
Fíbula llamada de “torrecilla” por la forma en que remata su pie. Esta forma evoluciona desde las de tipo de “pie vuelto” y se caracteriza por la prolongación del pie hacia la zona del puente. Desde el siglo V a.C. hasta el I a.C. se irán imponiendo de forma paulatina, dando lugar a una gran variedad tipológica. El tipo de fíbula de torrecilla procede del desarrollo de modelos tardíos con pie vuelto en el que éste es sustituido por un apéndice en torre, con una evolución paralela a las fíbulas de la cultura de La Tène.
Son piezas metálicas destinadas a sujetar prendas de vestir. A este factor funcional se une también el de servir como objetos de adorno, llegando a ser productos de lujo exponentes de riqueza.
El origen de las fíbulas de torrecilla se sitúa en la cultura celta centroeuropea, extendiéndose al resto del continente por dos vías de penetración en la Península Ibérica, una a través de contactos comerciales marítimos mediterráneos y otra a través de los pasos interiores del Pirineo. Los modelos de La Tène, en concreto tuvieron gran aceptación en toda la Meseta peninsular, importados a través de la cultura ibérica, y que dieron lugar a la creación de modelos propios.
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