Estudio etnoarqueológico: cadenas operativas de caza y procesado animal en los grupos de cazadores-recolectores. Zona Arqueológica nº21

30,00 IVA Incluido

Estudio etnoarqueológico: cadenas operativas de caza y procesado animal en los grupos de cazadores-recolectores, numero 21 de la colección Zona Arqueológica que edita el Museo Arqueologico de la Comunidad de Madrid, es una investigación realizada entre grupos cazadores-recolectores vivos como fuente de información para interpretar adecuadamente los datos sobre los procesos de caza y procesado animal documentables en el registro faunístico de los yacimientos arqueológicos generados por las sociedades análogas.

AUTOR: Santiago David Domínguez-Solera

VOLUMEN: 1 Vols.

Nº de páginas: 516
Editorial: Museo Arqueológico Regional (MAR)
Lengua: CASTELLANO

Año de publicación: 2018

ISBN: 978-84-451-3698-0

5 disponibles

Descripción

Estudio etnoarqueológico: cadenas operativas de caza y procesado animal en los grupos de cazadores-recolectores es una investigación (tesis doctoral) que emplea trabajos actualistas de Etnoarqueología entre grupos cazadores-recolectores vivos como fuente de información para interpretar adecuadamente los datos sobre los procesos de caza y procesado animal documentables en el registro faunístico de los yacimientos arqueológicos generados por las sociedades análogas.

No sólo se analizan procesos técnicos, sino que también se busca documentar las motivaciones que influyen en la toma de decisiones durante los mismos. Se estudian conjuntamente todos los pasos de la cadena operativa, desde la preparación de la expedición de caza hasta el momento del descarte y deposición de los últimos restos de  las presas.

Se usan como principales ejemplos los resultados de tres campañas de documentación desarrolladas entre los Inuit del Oeste de Groenlandia (2012) entre los Ayoreo del Chaco Paraguayo (2014) y entre los Ju/’hoansi del Kalahari Namibio (2015), además de otra decena de casos etnográficos descritos a través de bibliografía.

Para análisis zooarqueológico se confía en una propuesta de metodología tafonómica que reconoce el mayor número de variables y factores posibles: taxonomía, representación anatómica, fragmentación, alteraciones en las superficies óseas antrópicas y no antrópicas de todo tipo, distribución espacial y procesos postdeposicionales.

Asumiendo que el procesado animal por parte de los seres humanos es mucho más variable que el propio de otros carnívoros u omnívoros, se presta especial atención a la influencia de elecciones de tipo cultural y simbólico como una de las causas principales que explican tal variabilidad, a sumar a la influencia de factores funcionalistas obligados y exigidos por el contexto ecológico con el que cada grupo interactúa.

Para explicar adecuadamente la lógica común que subyace en los mecanismos de racionalidad que operan tras las elecciones culturales que concurren de forma determinada en la cadena operativa de la caza y procesado animal, se emplea una propuesta de interpretación estructuralista.

La ontología animista, el aprendizaje y la adquisición del habitus, cuestiones de identidad, genero y otras regularidades propias de la idiosincrasia de las sociedades forrajeadoras nómadas e igualitarias son así tenidas en cuenta como factores interrelacionados con las acciones de carácter práctico y puramente subsistenciales hasta ahora reconocidas sólo por la inmensa mayoría de estudios clásicos preexistentes.

Puesto que las motivaciones de tipo funcionalista/práctico como las de tipo cultural/simbólico influyen en la gestación del registro arqueológico, ambas han de ser identificadas en él. El objetivo último es la confección de un marco de referencia adecuado que ayude a la correcta interpretación del registro zooarqueológico generado por comunidades forrajeadoras sapiens extintas. Además se van a indicar rasgos no determinados por cuestiones ideacionales que acoten y redirija la utilidad de la investigación etnoarqueologica para el estudio de comunidades humanas anteriores y sin el tipo de capacidad simbólica definitoria de la humanidad sapiens.

Estudio etnoarqueológico: cadenas operativas de caza y procesado animal en los grupos de cazadores-recolectores es una investigación (tesis doctoral) que emplea trabajos actualistas de Etnoarqueología entre grupos cazadores-recolectores vivos como fuente de información para interpretar adecuadamente los datos sobre los procesos de caza y procesado animal documentables en el registro faunístico de los yacimientos arqueológicos generados por las sociedades análogas.

No sólo se analizan procesos técnicos, sino que también se busca documentar las motivaciones que influyen en la toma de decisiones durante los mismos. Se estudian conjuntamente todos los pasos de la cadena operativa, desde la preparación de la expedición de caza hasta el momento del descarte y deposición de los últimos restos de  las presas.

Se usan como principales ejemplos los resultados de tres campañas de documentación desarrolladas entre los Inuit del Oeste de Groenlandia (2012) entre los Ayoreo del Chaco Paraguayo (2014) y entre los Ju/’hoansi del Kalahari Namibio (2015), además de otra decena de casos etnográficos descritos a través de bibliografía.

Para análisis zooarqueológico se confía en una propuesta de metodología tafonómica que reconoce el mayor número de variables y factores posibles: taxonomía, representación anatómica, fragmentación, alteraciones en las superficies óseas antrópicas y no antrópicas de todo tipo, distribución espacial y procesos postdeposicionales.

Asumiendo que el procesado animal por parte de los seres humanos es mucho más variable que el propio de otros carnívoros u omnívoros, se presta especial atención a la influencia de elecciones de tipo cultural y simbólico como una de las causas principales que explican tal variabilidad, a sumar a la influencia de factores funcionalistas obligados y exigidos por el contexto ecológico con el que cada grupo interactúa.

Para explicar adecuadamente la lógica común que subyace en los mecanismos de racionalidad que operan tras las elecciones culturales que concurren de forma determinada en la cadena operativa de la caza y procesado animal, se emplea una propuesta de interpretación estructuralista.

La ontología animista, el aprendizaje y la adquisición del habitus, cuestiones de identidad, genero y otras regularidades propias de la idiosincrasia de las sociedades forrajeadoras nómadas e igualitarias son así tenidas en cuenta como factores interrelacionados con las acciones de carácter práctico y puramente subsistenciales hasta ahora reconocidas sólo por la inmensa mayoría de estudios clásicos preexistentes.

Puesto que las motivaciones de tipo funcionalista/práctico como las de tipo cultural/simbólico influyen en la gestación del registro arqueológico, ambas han de ser identificadas en él. El objetivo último es la confección de un marco de referencia adecuado que ayude a la correcta interpretación del registro zooarqueológico generado por comunidades forrajeadoras sapiens extintas. Además se van a indicar rasgos no determinados por cuestiones ideacionales que acoten y redirija la utilidad de la investigación etnoarqueologica para el estudio de comunidades humanas anteriores y sin el tipo de capacidad simbólica definitoria de la humanidad sapiens.

AUTOR: Santiago David Domínguez-Solera

EDITA: Museo Arqueológico Regional

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