Descripción
Bisonte europeo (Bison bonasus)
Bisonte europeo (Bison bonasus), esta miniatura a escala 1:20 es una reproducción del bisonte europeo cuyo aspecto es similar al bisonte americano (Bison bison), siendo en la actualidad el mamífero de mayor tamaño de Europa y uno de los más amenazados. Se trata de un trabajo artesanal realizado en resina y pintado a mano por el artista, arqueólogo y restaurador J. Miguel Aparicio (Signatu Studio).
El desarrollo de cada una de las esculturas de J. Miguel Aparicio tiene, como paso previo, un estudio morfológico de la especie en cuestión, completado con la colección más amplia posible de fotos, videos y estudios de comportamiento. En el caso específico de la fauna del Pleistoceno y Holoceno, el artista se basa en los hallazgos paleontológicos (las excepcionales e impresionantes especies congeladas y momificadas en áreas remotas de Siberia o Canadá). Las representaciones en cuevas y asentamientos humanos también son fundamentales para ver el color de la piel y la apariencia real de estos animales extintos en la actualidad.
Un dibujo a escala (generalmente 1:20) sirve como referencia para no perder la forma y la proporción real del animal. El modelado se hace con una arcilla que se endurece con calor, aplicada sobre un núcleo de alambre. Se hace un molde de silicona de la figura original y se extraen copias de resina de poliuretano. Cada original tiene un número limitado de copias y cada una es retocada o preparada y pintada a mano con acrílicos. Un embalaje especial y una tarjeta firmada, que certifica la autenticidad y el número de copia, acompañan a cada figura.
Características del bisonte europeo
El bisonte europeo, el mamífero más grande del Viejo Continente, es un emblemático animal que estuvo al borde de ser eliminado también de la faz de la Tierra y que gracias a que algunos pocos ejemplares fueron capturados y exhibidos en zoológicos, la especie pudo ser salvada del exterminio.
El bisonte europeo (Bison bonasus) es un enorme artiodáctilo cuyos machos pueden alcanzar hasta una tonelada de peso y medir más de 3,5 metros de largo. Es muy parecido a su pariente más conocido, el bisonte americano, famoso por su enorme tamaño (mayor que el europeo) y por las célebres historias de las matanzas masivas a que fue sometido durante la conquista del “lejano Oeste” por los colonizadores.
Este último habita en las praderas, donde forma inmensas manadas de cientos de individuos; sin embargo, el bisonte europeo prefiere vivir en los bosques, donde andan en grupos pequeños de unos 20 individuos, aunque en los crudos inviernos suelen reunirse más individuos. Sus enemigos naturales son los osos y los lobos principalmente, aunque sin dudas, su peor pesadilla ha sido el ser humano.
¿Cómo se extinguió el bisonte europeo en la naturaleza?
Pues bien, debes saber que la distribución original de esta especie era muy amplia, cubriendo desde la Península Ibérica hasta gran parte del occidente de Rusia y muchas otras regiones. La expansión de las poblaciones humanas por el continente rápidamente comenzó a afectar las poblaciones de bisontes, que perdieron su hábitat debido a la tala de los bosques, la agricultura y el pastoreo, lo cual los fue confinando a áreas cada vez menores. Por otro lado, también fueron cazados salvajemente para la obtención de carne y como trofeos. Así, en el siglo XII, fueron exterminados de la Península Ibérica, en el XIV de Francia y en el siglo XVIII de la mayor parte del centro del continente.
Afortunadamente, las dinastías de algunos países, como Rusia, establecían que la caza del bisonte estaba reservado a la realeza, castigando con penas severas la muerte de algún ejemplar. Esto permitió su supervivencia en algunas regiones hasta que llegó la Primera Guerra Mundial, cuando fueron masacrados para alimentar a la tropas, poniendo el punto final a la existencia en libertad del bisonte, el cual quedó condenado, muriendo el último ejemplar libre en la década de los años 20’.
Los zoológicos, la última esperanza del bisonte europeo
La triste muerte del último ejemplar en libertad pudo representar la lamentable desaparición de la especie de no ser porque, afortunadamente, algunos ejemplares habían sido preservados en varios zoológicos del mundo, donde se exhibían como la exótica e impresionante especie que era. En total, se conservaban unos 50 individuos.
Sabiendo esto, se fundó en 1923 la Compañía Internacional de Defensa del Bisonte (CIDB) en Polonia, la cual logró más veinte años después recuperar 12 ejemplares que reintrodujo en un bosque polaco, donde tras un riguroso plan de recuperación logró reproducirlos con éxito, logrando obtener más de 600 descendientes.
A este esfuerzo se han sumado una gran cantidad de zoológicos de todo el mundo, que en un esfuerzo conjunto han logrado que hoy contemos con alrededor de 4000 ejemplares de bisontes europeos. A pesar del éxito, como era de esperarse, muchas de estas especies tienen numerosos problemas debido a la elevada consanguinidad, que los hace muy vulnerables a graves enfermedades.
Aunque hemos logrado salvar al bisonte europeo, la triste historia de esta especie, a pesar de su relativo feliz final, debe hacernos reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos con la naturaleza y la necesidad de protegerla.
Fuente: El bisonte europeo, una especie salvada a tiempo (VIX)
Te explicamos el origen del bisonte europeo
Durante la Edad de Hielo en Europa existían dos tipos de bóvidos: el uro euroasiático –rumiante similar al toro que desapareció en el siglo XVII– y el extinto bisonte estepario (Bison priscus), según determinaron los científicos gracias al análisis de fósiles. Pero faltaban restos óseos que explicaran el origen aún poco claro del bisonte europeo actual (Bison bonasus), homólogo del americano, que surgió hace unos 11.700 años, poco después de la desaparición del bisonte estepario.
La especie se originó hace más de 120.000 años, fruto de la hibridación entre los uros y los bisontes esteparios.
Ante la ausencia de fósiles, los científicos se fijaron en el arte rupestre para seguir su evolución. Gracias al análisis de ADN antiguo y basándose en las pinturas de las cuevas, el equipo de investigación ha podido demostrar que existió en realidad una especie híbrida entre el bisonte y el ganado que fue el ancestro del bisonte europeo actual, que en la actualidad sobrevive en las reservas de Białowieża, un bosque situado entre Polonia y Bielorrusia.
La misteriosa especie –a la que los investigadores, con sentido del humor, han apodado ‘el bisonte Higgs’, en alusión al escurridizo bosón que no se encontró hasta 2012– se originó hace más de 120.000 años, fruto de la hibridación entre los uros y los bisontes esteparios. Así lo confirma el estudio publicado hoy en Nature Communications.
“Ha sido una verdadera sorpresa encontrar una hibridación que haya dado lugar a una especie completamente nueva, ya que esto no suele ocurrir en mamíferos”, subraya Alan Cooper, autor principal del trabajo e investigador en el Centro Australiano de ADN Antiguo de la Universidad de Adelaida (Australia).
“La especie se originó hace más de 120.000 años, fruto de la hibridación entre los uros y los bisontes esteparios”
Para rastrear su historia genética, los científicos analizaron los genomas antiguos de 64 bisontes cuyos huesos y dientes se hallaron en cuevas de toda Europa, los Montes Urales y el Cáucaso. Completaron estos datos con documentos que reflejan los cambios de apariencia de los bóvidos a través del arte rupestre y que coinciden con la aparición del bisonte europeo.
Dos especies de bisonte dominaron Europa
La datación por radiocarbono revela que la misteriosa especie dominó el registro europeo durante miles de años en diferentes puntos, y que se alternó en el tiempo con el bisonte estepario, considerada hasta ahora la única especie de bisonte presente a finales de la Edad del Hielo en Europa.
Las pinturas en las cuevas de la Edad de Hielo muestran la coexistencia de la nueva especie y el bisonte estepario, y su antigüedad coincide
“Los huesos datados muestran que la nueva especie y el bisonte estepario se intercambiaron el dominio de Europa en diversas ocasiones, en función de las variaciones ambientales provocadas por el cambio climático”, indica Julien Soubrier, primer autor y científico en la universidad australiana.
Las pinturas en las cuevas de la época de la Edad de Hielo también muestran la coexistencia de estas dos especies y su antigüedad coincide. “Nunca hubiéramos imaginado que las cuevas tuvieran pinturas tan útiles sobre estos dos bisontes”, añade Soubrier.
En los dibujos de 18.000 años de antigüedad se ven criaturas con largos cuernos y grandes cuartos delanteros, como el bisonte americano, que desciende del bisonte estepario. Sin embargo, las pinturas más recientes, de entre 12.000 y 17.000 años de antigüedad, exponen animales con cuernos más cuernos y pequeñas jorobas, como el bisonte europeo actual.
“En nuevo híbrido encontró su lugar en el paisaje, y se mantuvo a salvo genéticamente, a pesar de dominar durante los periodos más fríos”, subraya Cooper. Pero el bisonte europeo moderno es diferente ya que sufrió un cuello de botella genético con solo 12 individuos en los años 1920, y estuvo al borde de la extinción. “Por esta razón la forma antigua del bisonte se parecía tanto al híbrido”, recalca el científico australiano.
Fuente: Te explicamos el origen del bisonte europeo (ECOTICIAS.COM el periódico verde)
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