¡Ponte una fíbula!

Historia del complemento más usado en la antigüedad

 

La funcionalidad principal de la fíbula era la de fijar prendas de vestir y adornos, a la vez siendo un claro indicador del rango social del individuo. También a nivel simbólico y religioso representaban ídolos u ofrendas o servían como fijación de amuletos.

Lo más seguro es que las primeras fíbulas aparecieran en el II milenio a.C. En la Península Ibérica las culturas prerromanas y los mismos romanos usaban fíbulas. Posteriormente desaparecen en época medieval, y las últimas civilizaciones que usan la fíbula son la bizantina y las tribus germánicas. En época medieval llegarían los botones, que desplazan a las fíbulas en la fijación de elementos en las prendas de vestir.

El área geográfica en la que se conocen fíbulas es bastante amplia. Existen fíbulas en general, en toda Europa y en los territorios que pertenecieron al antiguo Imperio Romano. Si se miran las diferentes tipologías de fíbulas, la extensión geográfica varía. Puede ser que se den determinados tipos de fíbulas en determinados territorios, o no, como ocurre con las fíbulas romanas. Un ejemplo de tipología territorial: en la Península Ibérica existe la tipología de la fíbula hispánica, pues no se da en otro territorio que no sea la Península Ibérica.

Fuente obtenida de Simón de Eiré:
https://debarbasyboinas.wordpress.com/2016/01/21/estudio-de-una-pieza-arqueologica-fibula/

 

Ven a la Tienda del Museo en el Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y pruébate nuestras fíbulas hechas de manera artesanal. ¡Seguro que te gustarán!

 

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